jueves, 20 de enero de 2011

Entrevista a Enrique Revilla, presidente de MM


MEDICUS MUNDI ESPAÑA es una Organización No Gubernamental para el Desarrollo (ONGD) formada por 16 asociaciones, dentro de una Federación, que actúan de manera autónoma para planificar y ejecutar sus acciones del Plan Estratégico Común y que comparten ideario y propósitos comunes. Con más de 180 proyectos de desarrollo en África, América y Asia, se mueve por la necesidad de crear un mundo más justo, en el que una ciudadanía responsable, empeñada en la trasformación social, consigue, entre todos, la mejora de las condiciones de vida de las sociedades más empobrecidas y el pleno ejercicio de los derechos de las personas y de los pueblos.

Desde el pasado mes de noviembre, el Doctor Enrique Revilla Pascual, médico de Atención Primaria del Centro de Salud de El Greco en Getafe, en donde lleva 24 años trabajando, es el Presidente de esta Organización a nivel nacional.

Aquel estudiante de medicina que, como consecuencia de una charla impartida por un misionero del Congo en la Universidad de Barcelona, quedó enganchado a la cooperación, lleva más de 30 años como voluntario en Medicus Mundi, cuya filosofía la adaptó rápidamente a su visión de solidaridad, cooperación y compromiso social que él tenía desde el principio. Primero en la asociación de Andalucía y después en la de Madrid, ha trabajado en diferentes proyectos, ha visitado en varias ocasiones los países en que se desarrollan los mismos y, en los últimos cinco años, ha sido Secretario del Consejo Ejecutivo de la Federación de Asociaciones de Medicus Mundi España (órgano de gestión y ejecución).

Confieso, antes de continuar, que no sé muy bien cómo situarme en esta entrevista. Porque Enrique y este periodista que suscribe, además de una amistad añeja, compartimos el trabajo de Medicus Mundi, como voluntarios, en la Junta Directiva de la asociación de Madrid. Y este privilegio que tengo de accesibilidad al personaje y de conocimiento del mismo, lejos de ayudarme, reconozco, por el contrario, que me dificulta más la elección de los fragmentos que mejor sirvan para realizar un retrato expresivo lo más exacto y objetivo de este nuevo Presidente de Medicus Mundi España.

-Enrique, esto de ser presidente, ¿qué implica para ti y qué retos asumes?
- Llevo más de 30 años, como dices, en Medicus Mundi, cuya filosofía comparto y se adapta a mi manera de ser. Creo que tengo conocimiento y experiencia suficientes para asumir este cargo para el que me han elegido en asamblea todas las Asociaciones que componen la Federación. Obviamente es un honor y un orgullo además de un compromiso acceder al mismo. Me he planteado dos objetivos. Uno, continuar con una proyección mayor de Medicus Mundi hacia el exterior, contactando con financiadores y con cuantos nos apoyan. Otro, continuar denunciando las desigualdades y seguir mostrando las demandas –para conseguir su solución- de una vida mejor de las personas de los países en donde trabajamos, incrementando para ello las acciones de sensibilización y educación para el desarrollo en el norte. Todo ello posibilitando una cohesión mayor de las asociaciones de Medicus Mundi y aprovechando mejor el potencial y la diversidad que tienen las mismas para seguir siendo una organización seria y transparente.

- El acceso a una presidencia inevitablemente conlleva adquisición de poderes. ¿Cómo te gustaría aprovecharte, en sentido positivo, de este cargo?
- Creo en la cooperación, en la solidaridad y en que hay que seguir denunciando e informando de las condiciones de vida de las personas de los países pobres. Este nuevo cargo lo tengo que aprovechar, como voy a tener más accesos a nuevos foros, para seguir evidenciando las desigualdades que hay entre el Norte y el Sur. Para seguir recordando que, a nivel gubernamental, hay muchos compromisos que no siempre se cumplen. Para seguir reivindicando la consecución de los Ocho Objetivos del Milenio (disminución de la pobreza extrema, de la mortalidad materna e infantil; disminución de la incidencia del sida y la malaria, etc.)que a pesar de haber firmado un compromiso de cumplimiento en el Año 2000 por más de 180 países, dista mucho, todavía, de haber llegado al mismo.

- Llegas a la presidencia de Medicus Mundi España en unos momentos en los que hay una crisis económica y social a nivel general, con una reducción de recursos económicos por parte de las instituciones públicas hacia las ONGDs., ¿Cómo puede influir todo esto en el futuro de la cooperación?
- Me parece que la crisis se está utilizando como excusa para no dar más fondos a la cooperación, y, desde la ciudadanía, desde los que estamos en la cooperación, hay que denunciarlo. La aplicación a la cooperación del famoso 0,7 por ciento de los presupuestos locales, incluso dentro de la situación actual en que vivimos, no es nada para los países ricos. Pocas entidades y organismos han conseguido dedicar ese porcentaje ínfimo a la Ayuda al Desarrollo y, deberían estar más motivados en su cumplimiento; incluso, más presionados por la sociedad para que así los países pobres puedan salir del pozo en que se encuentran. Los países pobres no tienen la culpa de que nuestra crisis suponga un parón para su desarrollo. Por otra parte, es cierto también –y eso hay que tenerlo en cuenta de cara al futuro- que muchos países en desarrollo ya cuentan con madurez tanto en gestión de proyectos como en recursos económicos mínimos y se está empezando a apostar por hacer una cooperación bilateral gobierno-gobierno. Cuando empecé en cooperación, ésta era concebida por las ONGs como asistencialista. Ahora las cosas han cambiado y las ONGDs están como elementos de apoyo a la gestión en el desarrollo, por ejemplo. Quizá el papel futuro de estas Organizaciones No Gubernamentales para el Desarrollo va a ser más de asesor en el sur y de sensibilizador y educador para el Desarrollo en el Norte.

- Hablas de incidir más en la sensibilización y en la educación para el desarrollo en el norte, ¿cómo crees que se está haciendo ahora desde las ONGDs?
- Tendríamos que incidir más en estos apartados, sobre todo entre los escolares, sin olvidar al resto de la población. Insisto en que, todavía, necesitamos seguir dando a conocer las grandes desigualdades existentes entre el Norte rico y el Sur pobre. Sigue siendo diferente nacer en el Norte a nacer en el Sur. Un ejemplo, de los muchísimos que hay. Los niños y niñas de España tienen que saber que en Bolivia, hay muchos niños y muchas niñas que tardan cada día en llegar a la escuela, andando, más de tres horas porque no tienen otros medios para asistir a la misma. Hay que seguir avanzando y eso se consigue con más sensibilización y más educación para el desarrollo. Debemos conseguir que la gente no sólo recurra a las ONGDs cuando haya una catástrofe. Es menester que adquiera un compromiso con las mismas, con lo que implica la cooperación, fruto de esa sensibilización y de ese trabajo de transformación hacia un mundo más justo.

A lo largo de la conversación aparecen y se repiten, como no podía ser menos, conceptos como cooperación, solidaridad, compromiso, voluntariado, denuncia, transformación, desigualdades, transparencia, bien hacer, proyectos…….Quizá demasiado trillados todos, demasiado manidos, pero que no han perdido vigencia y siguen candentes, para bien o para mal, en el mismo lugar que hace 20, 30 o más años. Conceptos que, al revisarlos y reflexionar sobre ellos, nos proporcionan unos resultados que sirven para evaluar si hemos avanzado o nos hemos estancado en este campo de ayuda al desarrollo.

- ¿Estamos haciendo bien el trabajo en las ONGDs o hay carencias en las mismas?
- Hay bastantes ONGDs que trabajan en sectores estratégicos como son la salud, la educación, la vivienda o la agricultura y lo están haciendo francamente bien. Otras tienen apoyos más puntuarles y podría ser más discutible su actuación. En general todas estas organizaciones están en la Coordinadora, estatal o regional, de ONGDs y tenemos que confiar en ellas porque siguen jugando un papel fundamental en la cooperación y en la transformación de los países en desarrollo. En cuanto a las carencias…. Es cierto que, en los comienzos de casi todas estas organizaciones, empezaban con personal voluntario….. Ahora, casi que nos han obligado a profesionalizarnos. Hay que ser expertos en proyectos y contabilidad como exigencia de los financiadores. Esto por un lado está bien, pero por otro puede perder ese toque de voluntariado, casi vocacional, de contenido utópico de transformación del mundo que da sentido a las ONGDs. Con la profesionalización no es que se vaya a perder esto último, pero la relación entre los integrantes puede ser más de contrato laboral, por llamarlo de alguna forma. Pero bueno esto sería para los trabajadores técnicos puros y duros, porque seguimos siendo muchos, por fortuna, los voluntarios que continuamos inmersos en la búsqueda de un mundo mejor empleando nuestro tiempo libre y sin cobrar nada a cambio.


- Y, la gente ¿es solidaria? ¿Comparte el sentido de la cooperación a través de las ONGDs ó, por el contrario, utiliza a éstas para tranquilizar sus conciencias?
- Hay de todo. Cuando explicas y expones las experiencias en los proyectos de cooperación, aflora entre las personas la pequeña o gran conciencia solidaria que todos tenemos. Cuando se transmite directamente el trabajo que se hace y las necesidades que hay. Cuando se muestra el agradecimiento de la población beneficiaria con la que se comparte su desarrollo, como que se crea un clima de convencimiento y confianza que posibilita el compromiso de cooperación. Es cierto, también, que otras personas, quizá los menos, no creen en esto y te dicen que cada cual tiene que solucionarse sus problemas como buenamente pueda. Yo creo que hay una mayoría que comparte el sentido de la cooperación a través de las ONGDs. Confían en estas organizaciones no sólo por los resultados demostrados sino porque ya hay códigos de Transparencia y Buenas Prácticas que garantizan en todo momento el trabajo de las mismas.

- ¿Qué te ha proporcionado la cooperación?
- Me ha supuesto mucho trabajo y dejar de dedicar tiempo a mi familia. Es compatible. Sin embargo, al no tener permiso del Sermas (Servicio Madrileño de Salud), las actividades en los proyectos, por ejemplo, las realizo en tiempo de mis vacaciones. Pero compensa con creces. El ver como se hacen proyectos, como pones un granito de arena, es muy gratificante y el contarlo también. Cuando, por ejemplo, se nos comunicó que en la maternidad, construida al Norte de Marruecos, se había realizado el primer parto con buena evolución, pues representa una alegría. Cuando gracias a la construcción de unas letrinas, en una población de Honduras, disminuyen las diarreas, es gratificante porque se ha contribuido a mejorar la salud en esa población. O la mayoría de los afectados por el Sida en Mozambique que, ya, tienen acceso al tratamiento antirretroviral, es gracias a la presión de las ONGDs para bajar el precio de estos medicamentos. Todo esto, si no fuese por el trabajo de cooperación existente, quizá no se hubiese conseguido y es un gran motivo de alegría.

- ¿Qué objetivos te gustaría conseguir?

- Pues de acuerdo con la filosofía de Medicus Mundi, poder conseguir los cambios necesarios en la sociedad, con una cultura ciudadana de solidaridad y compromiso, que posibiliten la erradicación de la pobreza y permitan que la salud sea un derecho al alcance de todos. Me gustaría seguir siendo una organización seria, transparente y con un trabajo eficaz como hasta ahora. El poder obtener, también, más recursos y más socios y donantes comprometidos que nos permitiesen una autofinanciación, y como consecuencia más autonomía, y así no depender tanto de la financiación pública.

Repaso y resumo las preguntas y las respuestas al tiempo que agradezco a Enrique Revilla esta deferencia conmigo. Han sidos muchas las realizadas y las recibidas. Las mido y estudio para que no pierdan su contenido esencial en el recorte obligado que impone la limitación del espacio impreso. Al final y, pese a mis prejuicios iniciales, elijo las que creo que se ajustan más a la personalidad, a las vivencias y a las pretensiones de este voluntario en la cooperación que inicia ilusionado y comprometido su andadura en la presidencia de Medicus Mundi España.

Guillermo Gª-Almonacid Fernández
www.medicusmundi.es



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